16 de diciembre de 2014

Operaciones frecuentes en los textos expositivos

    Se trata de pequeñas intervenciones en la redacción del texto que se realizan para conseguir que las explicaciones resulten claras y estén adecuadamente elaboradas. Estas son las habituales; si las utilizas con criterio, con buen sentido, vas a mejorar la redacción:
  • Definición: para aclarar palabras difíciles y precisar conceptos.
  • Clasificación: la empleamos a la hora de organizar los diferentes aspectos de un tema, en ocasiones mediante enumeraciones.
  • Reformulación: con la finalidad de explicar mejor una idea expresada y hacerse entender. Las fórmulas habituales son: o sea, esto es, es decir, en otras palabras, dicho de otro modo...
  • Recapitulación: consiste en sintetizar las ideas para condensar la información y facilitar la comprensión. Las fórmulas habituales de la recapitulación son:  en conclusión, sintetizando, de lo dicho hasta ahora puede afirmarse que, recapitulando puede decirse en pocas palabras que...
  • Ejemplificación: se trata de presentar casos concretos para probar algo que se afirma. Las fórmulas más empleadas son: por ejemplo, en concreto, así tenemos que , cosa que puede apreciarse en...
  • Cita literal (entrecomillada –en el estilo directo- o reelaborada –en el estilo indirecto-). Del mismo modo que la ejemplificación, con la cita al pie de la letra se coloca un enunciado de la obra que estamos analizando que demuestra una idea que hemos expuesto.
  • Menciones al desarrollo del texto: mediante estas fórmulas que utilizamos se ofrecen orientaciones o pistas sobre la organización de la exposición:
  • – pausa (detengámonos para explicar esta idea antes de seguir adelante...),
    – retrospección (anteriormente se han presentado esta y esta otra cualidad y seguidamente...), 
    – anticipación (más adelante nos ocuparemos de tal asunto...), 
    – carga (es necesario destacar, conviene subrayar la importancia de ...)

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